domingo, 27 de julio de 2008

Jaisalmer

Para los que no habeis escrito emails desde cibers en India, os explico como va la cosa. De momento como por los sitios que hemos pasado hay mucho turista (sobretodo mucho espanol), es facil encontrar puestos de internet diminutos en muchas puertas. Generalmente el teclado esta hecho polvo y se resiste en algunas teclas (a este no le funciona bien el tabulador, el enter ni la b). Suele hacer un calor de mil pares de narices y ruidosos ventiladores a todo rendimiento tratan de compensarlo. La conexion no es muy rapida y subir fotos nos cuesta demasiado tiempo, por eso casi no aparecen. Si podemos meteremos alguna mas. Termino escribiendo lo que el teclado me permite, depues de borrar varias veces las letras raras que me aparecen. El espacio vital es un concepto muy diferente para un occidental y para un indio. Aqui, sencillamente no existe. Puedo escribiros al mismo tiempo que atiendo a todo lo que escriben, dicen y hacen las personas que hay aqui. Tan cerca estan.

A nuestro chofer le ha dejado estupefacto que no invitaramos a tres madrilenas a viajar con nosotros en el coche. El Toyota es de asientos individuales y solo hay 5 (somos 5), el espacio restante es para las maletas que se amontonan atras. Alli podrian viajar al menos 15 indios. La gente aprovecha los transportes a un nivel inimaginable.

Mr.Singh no debe de estar muy contento con nosotros porque no aceptamos hospedarnos en los hoteles que el sugiere. Decir sugiere es expresarse fino. Nos hemos tenido que cuadrar para que entienda que el hotel es nuestra eleccion. Y estamos acertando plenamente. En Jaisalmer hemos estado en el Deepak Rest House y por 350 rp (5 euros) hemos alquilado unas preciosas habitaciones dobles con bano (sin aire acondicionado pero con ventilador en el techo), en una de las torres circulares de la muralla del fuerte. Desde las ventanas a los tres lados de la cama se ve toda la ciudad (new city), y mas alla el desierto. En la terraza un buen restaurante con vistas increibles y una brisa nocturna para gozar. El encargado del hotel (Papuli) es nativo de Orissa y va alli de vacaciones dos meses al agno. Nos han tratado muy muy bien.

Seguro que hay mas, pero nosotros solo hemos encontrado un restaurante con aire acondicionado, y nos hemos refugiado mucho rato alli. Yo digo que hemos estado a 47 grados por lo menos. Es un restaurante italiano llamado Little Italy, sobre la puerta principal del fuerte. Madre mia como se come alli!!!! buenisimo todo! y la decoracion y la musica ambiental es exquisita.

La gente del pueblo anda como deseperada por venderte un safari en camello. Me gustaba mucho un tal Sobu que ha sido camellero toda la vida y ahora se ha montado su agencia "Trotters". Como lo prometi doy su contacto: trotterint@hotmail.com. Pero nosotros al final optamos por ir con el coche a las dunas y disfrutar de la puesta del sol. Mr. Singh nos ha llevado a un sitio lleno de turistas locales. Al llegar al parking, unos 15 camelleros corren hacia nuestro coche y se agolpan contra las ventanillas mientras gritan para que les acompanemos. Que agobio! que violencia! Nosotros pensabamos en un desierto... desierto, sin nada, sin nadie... Le pido al chofer que nos saque de ahi, que se adentre en la carretera y tiremos para alante. Como es mas chulo que un ocho, me dice que no se puede (falso, veo coches circulando hacia alli). A Sergio se le infla una vena, abre la puerta del coche y grita NOOOO! NO SAFARI WITH CAMELL!!! Es una situacion muy tensa pero funciona. Se alejan.

Caminando nos adentramos en el desierto, hay botellas y desechos. Es una pena. Yo pienso que ya es imposible disfrutar la excursion y camino como puedo entre las dunas. Hay muchos grupos de gente desperdigada. Son turistas indios subidos en camellos o simplemente sentados en la arena. Hay un momento en el que parece que la atraccion seamos nosotros porque todo el mundo mira en nuestra direccion en vez de hacia la puesta del sol. Nos hacen fotos, piden permiso para hacerselas con nosotros, posan la tipica mano sobre el tipico culo que retiro con el tipico empujon. En el fondo la situacion me parece tan comica que me dan ganas de reir. Y poco a poco sin darme cuenta estamos hablando, bromeando, jugando con hombres y mujeres, chicos y chicas, camellos y camellas, que estan superelajados disfrutando del momento. Asi que hacemos lo mismo. El Sol baja, el cielo y la arena van cambiando de color, el aire se refresca y estamos en la gloria. Que bien haber venido! Vaya espectaculo!

Ya de vuelta al hotel, en la carretera, Sergio relata la increible experiencia que vivio en este mismo lugar hace tres anos. Justo cuando estaba dentro del desierto se desato una tremenda tormenta, primero de aire y luego de lluvia; la primera en 4 anos. No puedo imaginar con agua este lugar. 10 minutos despues lo imagino perfectamente porque nos envuelve una tormenta de arena que no deja ver la carretera (recordar que es de noche), y que se convierte en tormenta de agua. La primera del agno. Impresionante. Sera Sergio el que trae la lluvia?.

Besos y rosas, queridos seres vegetales. Bea

1 comentario:

Choni dijo...

que ganas tengo de ver las fotos para poder recomponer todas estas historias con fotos .... disfruta mendruguilla